Hoy quiero recordarte todo lo que siento, aunque sea difícil explicarlo y plasmarlo en solo palabras. Hoy te escribo deseoso de agradecerte todo lo que me has dado, tantos momentos inmemorables y sin lugar a dudas, los más especiales han sido junto a ti, llevando tus colores en la piel.

Quizás tú no sabes la grandeza de este amor, que es infinito como el tiempo e indestructible como los cielos. Siempre recuerdo el día en que te conocí, era un domingo por la tarde y en todos lados veía tus colores, en cada persona que encontraba, ahí estabas tú y así fue como sin darme cuenta aquel día se convirtió en uno de los más importantes de mi vida, la cual has cambiado por completo.

Poco a poco me enseñaste a amarte, y a acompañarte en tus peores momentos. En las malas, sufrí a tu lado, y en las buenas celebramos juntos. Cuando he estado triste y todo me va mal, solo salir de mi casa para irte a ver me basta para alegrar mi día y para que el resto de la semana tenga sentido.

Seis días yo vivo esperando el séptimo día solo para acompañarte y usar tu camiseta que me hace sentir vivo. Gracias a tu juego mi vida es feliz, ya no me imagino lo que sería vivir sin ti. Me despierto pensando en ti, camino por la calle tarareando tus canticos y me duermo imaginándote campeón de la Libertadores.

Cada tarde que te veo, cada domingo que te aliento, me enamoro más de ti. No hay sentimiento, ni emoción que se te pueda igualar. Tú eres vital, eres el amor más grande que tengo, la pasión que llevaré hasta la tumba y que llevarán mis hijos, nietos y bisnietos; pues eres el orgullo de mis días, el sueño de mis noches, aquel sentimiento que cada día comparto con miles de personas, que te aman como yo.

Muchos me han criticado, tambien me han insultado, hay personas que se burlan de mi amor por ti. Sencillamente no entienden la belleza de tu juego y lo hermoso que es ser hincha del club más grande del universo, por eso te defenderé en donde sea, por tu grandeza y por la pasión que me haces sentir.
En ese cemento, saltando en esas gradas, moviendo los brazos al ritmo de los bombos, cantando junto a miles de voces desafinadas donde aprendí tantas cosas, ahí está mi familia.

Si he crecido junto a ti pues a tu lado quiero disfrutar mi vida, hasta envejecer. Gracias Rojo de mi vida, por enseñarme el orgullo de las tristezas. Gracias Caracas, por enseñarme que lo único imposible en este mundo, es no amarte, gracias Rojo querido, por ser parte de mi vida y ponerle sentido a mis días. Por cada gol, por cada derrota, por cada victoria, por cada error, por cada vez que te soñé, por cada día que te alenté, por cada domingo que te vine a ver, y por las tardes que me quedan por acompañarte. Porque así ganes o pierdas, mi pasión por ti siempre crece. Por todo esto y lo que nos falta por vivir, le agradezco a mi vida por haberme hecho ir al Brígido Iriarte aquella tarde hace ya varios años.

No me arrepiento de nada de lo que hice por ti, ni de todo aquello que deje a un lado, y mucho menos de lo que he pasado por tu amor, pues por ti haría lo que sea con una sonrisa en el corazón y tu escudo en mi pecho, ya que eres EL AMOR DE MI VIDA y nadie te va a igualar.

Eres dueño de mi pasión.

Hoy, mañana, y siempre te entrego por completo mi corazón.

Eres mi universo, y sin importar lo que digan o piensen algunos, yo te seguiré toda la vida

Te llevo en el pecho, te guardo en el corazón

“Pasión de millones de personas, un sentimiento inexplicable”

El Fútbol

14/02/2012

Oscar Olivares